El nomadismo digital está cambiando cómo vemos el trabajo y la vida. Un visado de nómada digital permite a los ecuatorianos vivir y trabajar legalmente en Europa, siempre que el empleo sea remoto para empresas o clientes fuera del país anfitrión. Por lo tanto, olvidémonos de los visados de turista que solo dan 90 días. Estos permisos ofrecen estadías de seis meses hasta dos años, muchas veces renovables.
La pandemia puso el trabajo remoto en el mapa, y los países europeos aprovecharon la ola. Crearon leyes para atraer a profesionales como nosotros, que gastamos en alquileres, comida y paseos, sin quitarles empleos locales. De hecho, algunos de los lugares más visitados en 2025 podrían ser aquellos que han implementado políticas atractivas para nómadas digitales, consolidando su popularidad entre quienes buscan combinar trabajo y aventura.
Además, la conexión a internet rápida, la cultura diversa y la seguridad nos convierten en fans de estos destinos. Claro está, esto es una oportunidad para vivir experiencias únicas sin dejar nuestras carreras.
Lo que necesitas para el visado
Conseguir un visado de nómada digital requiere preparación, pero nada imposible. Primero, debes probar que trabajas remotamente para alguien fuera del país europeo. Sirven contratos, extractos bancarios o acuerdos con clientes. La mayoría pide que casi todos tus ingresos vengan de afuera, entre 80% y 100%. Por ejemplo, si diseñas páginas web para una empresa en Guayaquil, eso cuenta.
Luego, el dinero importa. Necesitas mostrar ingresos mensuales entre 2.000 y 3.500 euros, dependiendo del país. Algunos piden más, así que revisa bien. También exigen un seguro de salud completo, no el típico de viaje, que cubra toda tu estadía.
Añade un certificado de antecedentes penales limpio y prueba de dónde vivirás, como un contrato de alquiler o una carta de invitación. De hecho, el pasaporte debe tener al menos seis meses de validez. Cada país ajusta estos requisitos, pero con organización, lo logras.
Por qué vale la pena
Los beneficios de estos visados son un tesoro para los nómadas digitales ecuatorianos. Puedes quedarte legalmente por meses o años, trabajando sin preocupaciones. Esto abre puertas a servicios locales, como abrir una cuenta bancaria o acceder a la salud. Algunos países, como España, te dejan traer a la familia desde el inicio.
Sobre todo, hay ventajas fiscales. Croacia, por ejemplo, no cobra impuestos por ingresos extranjeros. Otros ofrecen tasas bajas o exenciones. Además, ciertos visados son un puente a la residencia permanente o incluso la ciudadanía tras años de estadía legal.
Viajar por el Espacio Schengen también es un plus, aunque con límites. ¿te imaginas visitando París o Roma en un fin de semana?
Dónde brillar como nómada
Europa ofrece opciones atractivas para los nómadas digitales, y aquí tienes una lista de países destacados con sus requisitos y beneficios:
- España exige 2.760 euros al mes, otorga un visado de hasta 3 años (renovable) y permite optar por residencia permanente tras 5 años, con un impuesto fijo del 24% bajo la “Ley Beckham”.
- Portugal pide 3.480 euros mensuales para su visado D8, con una duración inicial de 4 meses y un permiso de residencia de 2 años (renovable), además de un 20% de impuestos con el programa NHR.
- Estonia requiere 4.500 euros al mes, ofrece un visado de 1 año (renovable) y cobra un 20% de impuestos si resides más de 183 días.
- Grecia solicita 3.500 euros mensuales, con un visado de 1 año (renovable por otro) y exención de impuestos locales si estás menos de 183 días.
- Finalmente, Croacia pide 2.539 euros al mes, da un visado de 1 año (no renovable directamente) y exime de impuestos sobre ingresos extranjeros.
Cada lugar tiene su magia. España y Portugal me tientan por la familia, pero Croacia suena perfecta para ahorrar. Investiga, compara y elige el que te haga sonreír mientras tecleas desde un balcón europeo.
Que nada te pare
Ser un nómada digital en Europa es increíble, pero hay que ir con los ojos abiertos. La regla del Espacio Schengen limita tus viajes a 90 días fuera del país del visado cada 180 días, así que planea bien.
La residencia fiscal puede complicarse si pasas más de 183 días en un lugar, arriesgando doble tributación. Por lo tanto, consulta a un experto para no llevarte sorpresas.
Errores comunes incluyen olvidar documentos o elegir mal el seguro. Una vez casi pierdo una oportunidad por no traducir un papel a tiempo, así que revisa todo dos veces.
Prepara tus cosas con meses de anticipación y, si puedes, busca un asesor. Europa espera por nosotros, ecuatorianos, con sus calles llenas de historia y conexiones rápidas. ¿Te animas a dar el salto?
