Senderismo Latinoamerica

Itinerario de montañas latinoamericanas accesibles e ideales para prácticas de senderismo

El senderismo me atrapó desde mi primera caminata en un cerro cerca de Quito. Es caminar por senderos naturales, ya sea en montañas, bosques o costas, disfrutando del paisaje y moviéndote a tu ritmo. 

Para principiantes, es ideal porque no necesitas ser experto ni tener un equipo caro. Es decir, con ganas y unas buenas botas ya estás listo. No es lo mismo que el trekking, que implica días largos y más esfuerzo, ni el montañismo, que te lleva a alturas extremas. Aquí hablamos de rutas de un día, accesibles, con caminos claros que te invitan a empezar sin complicaciones.

Mi primera vez fue en el Parque Metropolitano de Quito, una ruta sencilla con vistas al valle que me dejaron enganchado. Hay opciones para todos entre las que son paseos planos para observar la naturaleza o subidas para probar tus piernas. Cada paso te conecta con algo más grande, y eso es lo que lo hace especial.

Prepárate para la aventura con estos consejos

Antes de salir a caminar, prepararte bien es clave. Una mochila de 30 litros, impermeable, es perfecta para un día en la montaña. Pero ojo, el clima puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Usa ropa en capas como camiseta técnica, polar y una chaqueta cortavientos o impermeable. Las botas de caña alta son mis favoritas para proteger los tobillos en terrenos rocosos. Úsalas antes para evitar ampollas.

Lleva al menos 1.5 litros de agua y snacks como frutos secos o barras energéticas para mantener la energía. Un botiquín básico con tiritas y desinfectante te saca de apuros. 

Para no perderte, un mapa o una app como Wikiloc son tus aliados. A mí me han salvado más de una vez. Revisa el clima, avisa a alguien a dónde vas y conoce la ruta antes de partir. Con estos detalles, el senderismo se vuelve seguro y puro placer.

Rutas Latinoamericanas que te invitan a explorar

Nuestra Latinoamérica está llena de montañas que parecen susurrarte “¡sube, sube!”. Aquí van algunas que he caminado y que son perfectas para los que pasan de senderismo a un nivel más difícil:

Cerro Chirripó (Costa Rica)

Este gigante de 3,820 metros es el punto más alto de Costa Rica y un paraíso natural. El sendero principal, de unos 20 km ida y vuelta, te lleva por bosques tropicales y páramos hasta una cima donde. Incluso, en días despejados, ves el océano Pacífico y el Caribe al mismo tiempo. 

Es hogar de especies como el quetzal, con sus plumas brillantes, y el tapir, un animal tímido pero icónico. Los indígenas Bribris lo consideran sagrado, así que siente esa energía especial mientras caminas. Reserva el refugio con meses de anticipación y lleva agua extra; la altura te deshidrata rápido.

Nevado de Toluca (México)

A 4,680 metros, este estratovolcán inactivo en el Estado de México te regala un cráter con dos lagunas. Son la del Sol y la de la Luna. Los nahuas lo llamaban “Xinantécatl” (señor desnudo) por su cumbre pelada. 

La ruta de un día, de unos 10 km, pasa por bosques de pinos y terrenos pedregosos hasta las lagunas, que reflejan el cielo como espejos. Es un área protegida, así que respeta las reglas. Por favor no dejes basura y evita pisar la vegetación alpina. Las botas con buen agarre son esenciales por las piedras sueltas, y una bufanda no sobra por el viento helado.

Volcán Acatenango (Guatemala)

Con 3,976 metros, este volcán en la Sierra Madre es un desafío inolvidable. La ruta más común, de unos 18 km ida y vuelta, te lleva por bosques nubosos llenos de musgo y helechos hasta un campamento a 3,600 metros. 

Desde ahí, la cima ofrece vistas al Volcán de Fuego, que suele lanzar lava y humo, un espectáculo nocturno que te corta el aliento. Hazlo en dos días para acampar y ver el amanecer. Además es recomendable llevar saco de dormir y ropa abrigada, porque el frío pega fuerte. La subida cansa, pero el paisaje lo vale todo.

Pico Austria (Bolivia)

En la Cordillera Real, a 5,350 metros, este pico es una joya para senderistas. La caminata, de unos 12 km desde el paso de La Cumbre, es ideal para un día y perfecta para aclimatarse a la altura antes de retos mayores. Pasas por laderas rocosas y lagunas glaciares, con vistas al Huayna Potosí y el Lago Titicaca brillando a lo lejos. 

De hecho, la soledad y el silencio de la altura son mágicos. Lleva protector solar y lentes porque el sol andino quema, y el oxígeno escasea, así que ve despacio.

Montaña de 7 Colores (Perú)

Conocida como Vinicunca, esta montaña a 5,200 metros en Cusco es un fenómeno geológico. Sus franjas rojas, amarillas y verdes, formadas por minerales expuestos tras el deshielo, la hacen parecer un cuadro. La ruta, de unos 14 km desde el pueblo de Pitumarca, es corta pero intensa por la altitud. 

Antes un secreto local, ahora atrae a miles, así que ve temprano para evitar multitudes. Usa bastones para las subidas empinadas y sé respetuoso. Definitivamente,  es un sitio bastante frágil que merece mucho cuidado.

Caminando con respeto por la naturaleza

El senderismo te conecta con la tierra, pero también te pide cuidarla. Una vez, en el Cotopaxi, vi a unos chicos recogiendo basura ajena, y me inspiré. Lleva tu basura contigo, no toques plantas ni animales y quédate en los senderos marcados. Porque un atajo puede erosionar el suelo. Si acampas, usa superficies duras y evita fogatas improvisadas.

Es un trato con la montaña. Ella te da su belleza, y tú la dejas intacta. Usa botellas reutilizables y una bolsa para desperdicios. En mis caminatas, siempre llevo una extra para recoger lo que encuentro tirado. Duele ver plástico entre tanta maravilla, así que seamos parte de la solución.

Lánzate a las cumbres y vive la aventura

Nuestra región entera tiene montañas para que el senderismo se vuelva tu pasión. Mi primera vez en el Chirripó fue con amigos. Recuerdo que las piernas me temblaban al final, pero comiendo sándwiches en la cima, con el mundo a nuestros pies, supe que esto era lo mío. 

El senderismo te da fuerza, paz y momentos que no se borran. Mi sonrisa después de cada caminata no miente. Puedo afirmar con mucha certeza que esto cambia la vida. ¿Qué tal si lo intentas este fin de semana?